Todo el mundo político y periodístico esta centrado en el debate del próximo lunes entre Feijóo y Sánchez. Hay diversidad de valoraciones sobre su posible influencia en el resultado de las elecciones del 23 de julio. Pero pocos hablan de que se trata de "una trampa saducea" (Una trampa saducea es una serie de preguntas capciosas que se plantean con ánimo de comprometer al interlocutor, ya que cualquier respuesta que dé puede ser malinterpretada o considerada inconveniente). Esta es una conclusión evidente pues el presidente tiene acreditada fama de no decir la verdad ni a su médico y su especialidad es usar cualquier medio,sin respetar líneas rojas, para humillar al contrario. Es un killer.
Sacará de la chistera la mayor oferta de empleo público de la historia e intentará acorralar a Feijóo con todas las malas artes posibles, como cuando le recuerda su antigua amistad con un capo de la droga y olvida sus abrazos con el Tito Berni. Saldrán a relucir las contradicciones de Maria Guardiola en Extremadura y olvidará su abrazo con Pablo Iglesias, tras las elecciones de noviembre de 2018, con quien no podría gobernar pues perjudicaría al 95% de los españoles. A Sánchez solo le importa Sánchez y por eso nos convoca un 23 de julio, en pleno puente de Santiago.
En su debate con Rajoy, le insultó y este lo dió por terminado. En otra ocasión Rajoy le hizo una cobra. Al negarse a seis debates, Feijóo ya ha sido acusado de todo menos de bonito. ¿Qué puede esperarse, en un debate, de un personaje así que solo puede convencer a los muy cafeteros?, aquellos a quienes Feijóo no convencerá ni aunque aparezca con un aura beatífica. Es notorio que si discutes con un cínico, te llevará a su terreno y ahí te ganará por experiencia.
“Hay cosas que pueden ser legales, pero no son decentes” y esta es una de ellas."Merece el mayor de los reproches”.
Asegurando que “lo único que pueden aportar estas personas a la vida pública es un mensaje de perdón, de reparación y de arrepentimiento”. Desgraciadamente no hemos oido que pidan perdón ni asomo de arrepentimiento. Pero una vez pasado el sofocón, pelillos a la mar; que son buenos chicos y si Sánchez les da el pésame por un etarra suicidado, como no perdonar a quienes le van a votar para que siga en el cargo, si suman para ello. Por cierto, varios han recogido sus actas.
Para terminar: En el debate, si es por cara, por echarle cara, está claro quién ganará el 'cara a cara'. El que sigue teniendo la cara de decir que no miente, sino que cambia de opinión y que nunca jamás pactó con Bildu, Ah, y que la economía va como una moto. ¡Cuánta cara vamos a ver en el debate cara a cara! (A. Burgos dixit)
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