LA IMPOSIBLE RENOVACION DEL CGPJ. LA DESCONFIANZA

El actual CGPJ se constituyó con 20 vocales, tal y como marca la ley, el 4 de diciembre de 2013; de los que permanecen 16. Con una vigencia de cinco anualidades, su renovación se debería haber celebrado en diciembre de 2018, pero no hubo acuerdo entre PSOE y PP; que cuentan con las mayorías parlamentarias necesarias para impedirlo, pues son necesarios 3/5, mayoria cualificada, que se traduce en 210 votos en el Congreso; practicamente imposible sin acuerdo de las dos formaciones. En este tiempo, el CGPJ ha actuado en funciones, y el pasado 4 de diciembre se han cumplido cinco años desde que el Consejo se encuentra caducado. Motivo por el que el PSOE acusa de anticonstitucional al PP, que tiene miedo de ser engañado por el cínico de Pedro Sánchez. La desconfianza es la clave y va en aumento. Pero una observación: los vocales son a propuesta del Congreso y del Senado y estos no han propuesto a nadie, por lo que sería dudoso acusar solo al PP de la no renovación. Vamos a demostrar que con las Cortes actuales, el PP tendría, matemáticamente, mayoría absoluta en el CGPJ, si Sánchez no les engaña nuevamente como con la amnistía.

¿Que puede haber complicado la renovación?, se han dado muchos argumentos por parte del PP, de entre los cuales el más invocado es el querer blindar la autonomía judicial con la elección de los vocales por el propio poder judicial pero esto tampoco garantiza esa independencia pues existen agrupaciones de jueces que pueden ejercer su poder discreccional. Tampoco cambiaron el criterio cuando tenían mayoría absoluta, porque les venía bien. La excusa contraria es que los diputados y senadores han sido elegidos por los ciudadanos y por tanto se supone que los elegidos por esa vía son mejores exponentes de la composición popular; pero esta foto del reparto de escaños varía cada 4 años o menos, si se adelantan elecciones y entonces el CGPJ no representa la voluntad popular. Según parece,han estado varias veces a punto pero mientras se aproximada esa solución se han cruzado decisiones polémicas como anular los delitos de sedición y corrupción; nombrar a una ministra como Fiscal General o a un exministro de justicia como juez Constitucional o presentar vocales inaceptables por el contrario por tener viejas rencillas. 

Mientras tanto, el actual gobierno ha intentado secar la función del CGPJ, prohibiendo por ley que puedan realizar nombramientos de jueces; una de sus principales funciones y así estamos con decenas de juzgados paralizados a la espera del nombramiento de sus titulares. Ahora bien, después de 40 años y gobiernos de Gonzalez, Aznar, Zapatero y Rajoy, solo se ha mostrado imposible renovarlo con Pedro Sánchez; por algo será. La importancia del CGPJ es vital pues de él dependen los nombramientos y por tanto orientación de los jueces; incluidos los del Tribunal Supremo. Un error del PP, en esta negociación, lo pondría a los pies de los caballos y de forma irreversible; de ahí el exagerado interés del actual gobierno, en una situación política menos propicia que la de 2018. El PP tiene mayoría absoluta en el Senado, que aporta la mitad del CGPJ, y también es el mayor grupo en el Congreso. 

Palabra de Sánchez

Hay que ser conscientes de quien preside el gobierno y no para de ocupar empresas estatales con afines; sin olvidarnos del Tribunal Constitucional, con Conde Pumpido de presidente y la inestimable presencia del exministro Juan Carlos Campos y la exdirectora general de Moncloa, Laura Díez. Para rematar el abuso, recordemos el nombramiento de Letrado Mayor de las Cortes, Fernando Galindo, que ha aprobado la admisión a trámite de la Ley de Amnistía, sin firmarla, y que ha generado la huida masiva de letrados y lo peor, la dimisión fulminante del Interventor de las Cortes Generales, Luis de la Peña, con una dura carta de crítica al recien incorporado Letrado Mayor. El anterior, igual no habría devuelto a la comisión de justicia la ley de Amnistía sino que por haber sido rechazada por mayoría absoluta, la habría mandado a la papelera. Por todo esto, el PP no puede blanquear al PSOE ni dejarse fagocitar; cuidando con sumo cuidado lo que hace. La reunión Bolaños - Gonzalez Pons no favorece la posición del PP

Inicio de la negociación del CGPJ

En estas circunstancias la renovación del CGPJ se presenta poco menos que imposible. Sánchez insiste en que los vocales se elijan por las Cortes; no se de que año pues las actuales garantizarían una mayoría matemática del PP; como es facilmente comprobable con una simple demostración matemática:

El Senado propone 10 vocales, que  para 208 senadores elegidos el 23 J, salen a 20,8 por vocal y por tanto los 120 senadores del PP, darían un resultado de 5,76 vocales y los 70 del PSOE, darían 3,4. Los demás grupos políticos no llegan a 20 senadores y habría que empezar a agrupar y que se pusieran de acuerdo entre todos para el que falta para los 10. Si repartimos solo entre PP y PSOE, 190 escaños y 19 por cada vocal, tendríamos 6,3 para el PP y 3,7 para el PSOE. Como los vocales no son troceables el PP deberia ceder su 0,3 para quedarse con 6 y el PSOE con 4.

Nos vamos ahora al Congreso, donde se necesitan 35 escaños por cada vocal y ahí los 137 del PP obtendrían, 3.91 y con los 1+1 de UPN y CC, llegaría a 4 vocales. Los 121 del PSOE, le valdrían a 3,45 y necesitarían 19 más para redondear 4 vocales. Separo a VOX y a Sumar que podrían aspirar a uno por grupo.

Otra valoración rápida: el PP mayoría absoluta en el Senado, supera la mitad más 1 y por tanto la mayoría absoluta de los 10, sería la mitad, 5, más 1: 6. En el Congreso con 172 frente a 178, con 6 de diferencia cuando cada vocal necesita 35 escaños, nos lleva al empate, 5 para cada grupo, máxime cuando en el Senado le sobre más de lo que le falta en el Congreso. Nuevamente el PP sería mayoría absoluta con 11, la mitad de 20 más 1.

En conclusión, matematicamente parecería razonable: 10 vocales para el PP, 8 para el PSOE y 1 para Vox y 1 para Sumar. Es decir, que el PP tendria mayoria; salvo estupidez y negligencia. ¿Pero el PSOE está con la matraca que está con este reparto?, no parece razonable y querrá irse a la foto parlamentaria de la legislación anterior, que también habría caducado. Acuerdo imposible salvo jugada maquiavélica de Sánchez y estupidez del PP.