APÁTRIDAS EN CATALUÑA.

Volvemos a oir cómo Pere Aragonés reconoce que ahora que ya está en marcha la amnistía, su siguiente objetivo es un referendum de autodeterminación a lo que responde Sánchez con la verborrea de que no cabe en la Constitución a lo que Aragonés responde que tampoco cabía la amnistía y ya vemos donde estamos. Conviene no olvidar que periódicamente una parte de Cataluña, principalmente la burguesía, ¿ha intentado o solo es la escusa? la secesión y al final lo que siempre ha conseguido son ventajas económicas y más autonomía.

La actual burguesía independentista. Los del 3%

Esta vez no parece que se conformen solo con dinero pues los secesionistas cuentan, por primera vez, con la inestimable ayuda del presidente del gobierno central. En el pasado, hemos superado una secesión durante 15 años entre 1640 y 1655 que nos costó sangre e indirectamente la pérdida de nuestra unión con Portugal; pues coincidió con el levantamiento de ésta y el rey Felipe IV eligió retener ambos territorios en lugar de concentrar sus fuerzas en mantener a Portugal, aunque hubiésemos perdido Cataluña; asi lo explicaba como un error, Gregorio Peces Barba desde su cátedra. Poco después, sufrimos en Cataluña otra guerra civil en forma de guerra de sucesión que esta vez nos costó Gibraltar. Mantener la unión nos costó seis intentonas más, por ahora, pero siempre el gobierno central, tanto en las dos Repúblicas como con la Monarquía, se opuso y las frustró y así seguimos con una unión que se resquebraja a pasos agigantados. No hemos sabido cicatrizar las heridas que dejaron en los apátridas, el trato humillante de los que creían que eran hermanos; craso error que se mantiene. Se sigue expulsando a un flautista por no tener un alto nivel en catalán, hay escasez de médicos por la fuerte exigencia de dominar el idioma y se discrimina el idioma español en la enseñanza, cartelería general, anuncios en locales,...   

                         

Con este personaje, que tenemos de presidente, las opciones de restañar las heridas con Cataluña, tampoco van por buen camino; por mucho que diga que la amnistía traerá la paz; que era socialmente innecesaria tras los fracasos de las últimas Diadas y Celebraciones del 1º O. El 155, aunque blando, había resultado efectivo y el prófugo era una sombra que pululaba por Europa con más pena que gloria. Recordemos lo que decía Sánchez de Puigdemont en la pasada campaña electoral: «Afortunadamente, el señor Puigdemont es el pasado. Hace cinco años era un problema para España. Hoy es una anécdota». Claro que no todo es nagativo y ahí las ventaja que ve el ministro Oscar Puente de que la amnistía traerá un desahogo para la justicia al desaparecer los juicios a los acusados del Procés, suena a burla grotesca. Con lo fácil que resulta reconocer que todo es por los siete escaños que mantienen a Sánchez en Moncloa.

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En un ejercicio brutal de falta de memoria, olvidamos que durante los años 1960/1985; los españoles que llegaban a Cataluña desde el resto del país, con preponderancia desde Andalucía, vivían hacinados en zonas insalubres, cauce de los rios e incluso en cuevas; que daban pie a ser conocidos como trogloditas. Inmigración salvaje que se frenó al acceder el PSOE a la Presidencia del gobierno en la persona de Felipe Gonzalez y poner en marcha los PER y las viviendas sociales que eran también una forma de compra de votos que se materializó en cerca de 40 años de dominio y poder socialista en Andalucía.

San Adriá, de Besós 27.09.1962

Así fue como ocurrió que las riadas de Barcelona, 25 de septiembre de 1962, les pillaron en infraviviendas. Nunca jamás vieron en la provincia nada igual. Las cifras oficiales hablaban de 617 muertos en apenas unas horas, aunque estudios recientes aseguran que hubo cerca de mil. Aparecieron cadáveres a kilómetros de distancia de sus casas. Barrios enteros desaparecieron. Coches, camiones y autobuses fueron arrastrados por las riadas. Fue, en resumen, la peor catástrofe natural de la historia reciente de España. Rubí contabilizó cerca de 300 muertos y Tarrasa los sobrepasó. La mayoría inmigrantes andaluces que habían llegado a Cataluña para buscarse la vida en la industria de la zona y que habían construido sus viviendas con materiales precarios en viejos cauces. Unos efectos que sufrieron los padres de Mari Pau Dominguez. «La pobreza les obligó a dejar de ser andaluces. Ahora, el independentismo quiere obligarlos a dejar de ser españoles»; apátridas en Cataluña.

(https://www.abc.es/opinion/abci-apatridas-cataluna 201606081726_noticia.html

           

El racismo, identitario en ciertas zonas de Cataluña, especialmente en el interior carlista, se plasmó sobre todo en los años de posguerra, en un recibimiento injuriosos y despreciativo/despectivo que transformó su integración en "una aventura penosa". A ellos se les imputará, particularmente en las primeras oleadas, toda suerte de tachas, desde la ignorancia a la delincuencia. En una carta pastoral de 1950 de Gregorio Modrego, arzobispo de Barcelona, decía lo siguiente: "Lo que más nos duele (...) es que el número excesivo de esos inmigrados da lugar, en gran parte, a la inmoralidad en nuestras urbes". Proliferaron las pintadas como "Xarnegos fora!" y el "Aquí termina Cataluña", que se podía ver a la entrada de algunos barrios. Un caso extremo es el uso del calificativo "trogloditas" para referirse a las personas que vivían en las cuevas próximas a Barcelona, como publicó el periódico Solidaridad Nacional el 7 de septiembre de 1949. "Nos referimos a auténticos trogloditas, o sea gentes que provienen de los poblados subterráneos que abundan en las provincias de Jaén, Murcia y Granada".

Pero gracias al Procés y al papeles para todos, Cataluña ha pasado en 50 años del 4% de población extranjera a más del 20%, según datos oficiales. Por supuesto, es más porque los sin papeles y los nacionalizados no se reflejan en esas estadísticas. En municipios como el de Salt, al lado de Gerona, superan el 40%. Vaya final para los orgullosos carlistas y supremacistas, que ven ¿con naturalidad? como les representan personajes como Gabriel Rufián.

Otro éxito es la educación. Han estado vendiendo durante cincuenta años que era un «modelo de éxito» hasta que el último informe Pisa, un programa de evaluación de la OCDE, ha derrumbado el castillo de naipes.Todo el mundo sabe que la escuela catalana no tenía por objeto promover buenos estudiantes o buenos ciudadanos sino buenos catalanes y vaya si los resultados lo avalan. En las autonómicas de 2017, C´s fue el más votado, igual que en las últimas generales del 23 J, lo ha sido el PSC y el PP ha sacado más votos que Junts o que ERC y la suma de constitucionalistas suman casi tres veces más que los indepes. Para rematar, la comisión europea que acaba de visitar Cataluña, expone en su borrador la recomendación de pasar del 25% al 50% de castellano en las clases y señalética. De victoria en victoria hasta la derrota final. Si Enric Prat de la Riba levantase la cabeza...

Pero el odio supremacista se resiste a desaparecer y provoca situaciones tan esperpénticas como que Cataluña está sufriendo una pertinaz sequía cuando pudo evitarse con el PHN que se aprobó en 2001 por Aznar y se derogó en 2005 por Zapatero ante las presiones de ERC que quieren toda el agua del Ebro aunque no les sirva en la situación actual. No les importa quedarse tuertos si ven ciegos a los demás. Para terminar, vuelvo al inicio y observo que tanto ERC como Junts hablan de referéndum que es una estupidez si no se refleja claramente su alcance: reparto del Ebro; de la N-II; conexiones eléctricas y gas con Francia; pago de la deuda del FLA; reparto de bienes del Estado en Cataluña; qué parte del billón y medio de deuda se les adjudicaría y consecuentemente qué bienes como barcos de guerra, tanques, cuadros del Museo del Prado, etc. Un reparto imposible y eso sin hablar de su salida de la UE.

https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2024/02/cataluna-llora-por-la-sequia-y-olvida.html