CATALUÑA LLORA POR LA SEQUIA Y OLVIDA EL PHN DEROGADO.

Media España empieza a sentir la pertinaz sequia, especialmente en zonas de Andalucía y sobre todo en la Cataluña interior. Llevamos dos años en el ciclo seco y  para evitar sus efectos el gobierno ha hecho poco y si nos retrotraemos a Zapatero y Cristina Narbona, se nos vuelve dramática la situación. Con las cuencas por debajo del 50%, 28.500 Hm3, del que debido a la eutrofización solo puede utilizarse poco más de la mitad. La sequía llama de nuevo a las puertas de España. Hay que remontarse 29 años atrás, hasta 1995, para encontrar en la misma semana del año los embalses más vacíos que ahora: pero esta situación habría mejorado enormemente con el PHN (Plan Hidrológico Nacional) y las aguas sobrantes del Ebro que habrían sido embalsadas en lugar de tiradas al mar. Cataluña está pagando la insolidaridad de ERC, desde abril de 2005, con la derogación del PHN.

El Pantano de Sau el 30 de enero de 2024

Ha llovido poco este año hidrológico, siendo por ahora el cuarto año hidrológico más seco de la serie. Esta escasez de agua se agrava al seguir sin un PHN, tras derogar Zapatero el que trabajosamente se había aprobado en 2001; 70 años después de su propuesta por un socialista, Indalecio Prieto de Ministro de O.Públicas. En 1996, se estuvo a punto de aprobar uno, con el gobierno de Gonzalez, con Borrel como ministro, al considerarse excesivo el agua a trasvasar. Aznar lo rebajó de 1.000 Hm3 a poco más de 800 Hm3 y así se aprobó.

Hace menos de un año, esta vez dos DANAs, nos pillaron nuevamente sin haber hecho los deberes y como final a otra gran sequía, vimos como el agua anegaba Castellón, Benicasim, Cartagena, Murcia,... en mayo y zonas de Toledo en septiembre y se desaprovechaba mayoritariamente. Seguimos sin estanques de avenidas ni azudes en las torrenteras ni grandes balsas que puedan laminar las avenidas y retener el agua tan necesitada cuando nos pilla con los embalses al 50% de su capacidad.

Aldea del Fresno en septiembre 23

Murcia mayo 23

España no es un país con déficit hidrológico, el problema es que está mal repartido, la lluvia media está en 600 mm, similar a Estonia (626) o Polonia (600) y ligeramente por debajo de Alemania (700) y solo un 30% inferior a Francia e Italia que están en 832/860 mm. Con esta pluviometría media y teniendo en cuenta evaporaciones y otros factores, nuestro balance hídrico sería suficiente si la media fuese generalizada, pero no es así y por ello desde hace siglos en España se ha intentado paliar el problema con obras hidráulicas diversas. Aunque nuestra geografía no nos ha dotado de ríos amplios y caudalosos que facilitasen la navegación y con ella la interconexión territorial, en cambio la orografía facilita la creación de energía hidroeléctrica; más complicada en la plana Francia. Nosotros disponemos de más de 700 grandes presas pero carecemos de "política hidráulica", de lo que se quejaba Juan Benet (Ingeniero, escritor,...), para interconectar la muy excedente vertiente atlántica con la muy deficiente vertiente mediterránea. Pero que cabe esperar del muy entregado Sánchez a sus socios catalanes.

      

Presa  en Cordobilla del Lácara, una de las 4 en que
he participado como Jefe de Obra.

Por tanto las esperanzas se abrieron en la España seca, cuando se consiguió aprobar (intentado desde la IIª República con Indalecio Prieto), un Plan Hidrológico Nacional que incluía el tan ansiado y salvador trasvase del Ebro a las cuencas del Jucar y Segura; con mejora indirecta en el Tajo al liberarle de sus trasvases de socorro al Levante. Incluso se pensaba en llevar agua a Almería y una interconexión de cuencas mediante un tunel de via estrecha que sigue esperando. Pero desgraciadamente el tandem Zapatero-Narbona, lo derogaron para contentar a ERC y a cambio mantener la Generalitat. ¿Por qué derogarlo si era buenos para la media España seca?: porque comprometía 850 Hm3 del caudal del Ebro, para esa España, para cuando Cataluña consiga su independencia. Quieren toda el agua para ellos, sin compromisos ni deducciones; así de simple y así de triste.

La derogación del Plan Hidrológico Nacional de 2001, en 2005, con algunas obras iniciadas y un mini trasvase, por tuberia, de agua a Barcelona, fue sin duda una de las más graves decisiones tomadas por Zapatero, que quería establecer alianzas duraderas con el separatismo catalán y que, como todos sabemos pero muy pocos dicen en público, gobernó durante casi ocho años borracho de irresponsabilidad y de sectarismo. Y Sánchez, siguiendo a su maestro, está a cometiendo otro error con sus cesiones ante el prófugo que no se arrepentirá pero nos asomará al abismo de la ruptura nacional y a complicar que se alcance otro PHN, por los odios que está generando entre regiones, con las desigualdades entre ciudadanos de 1ª y 2ª.

Como muchos recordarán, la principal y más polémica medida de aquel plan fue la creación del llamado Trasvase del Ebro, una gran conducción y un sistema de embalses para poder llevar agua desde este río a cuatro cuencas del mediterráneo habitualmente deficitarias: la Catalana Interior, la del Júcar, la del Segura y lo que en el plan se denominaba Plan Hidrológico del Sur, es decir, la cuenca hidrográfica Mediterránea Andaluza.

La previsión era transferir 850 hectómetros cúbicos al año a estas cuencas, repartidos de la siguiente manera: 130 a la catalana, 270 a la del Júcar, 360 a la del Segura y 90 a la andaluza. Un dato curioso es que incluso en el año más seco, 2011, se habría estado a punto de satisfacer todos los trasvases que preveía el viejo plan hidrológico de Aznar. Esto en el año más seco, 3.904 Hm3, con un caudal ecológico de 3.100 Hm3 y sin tener en cuenta que del año anterior habría quedado un superávit importante, ya que el aporte total en 2010 fue de más de 6.000 Hm3.

En todo momento, el Plan preveía respetar el caudal ecológico del río, es decir, la cantidad mínima de agua que debe llevar para que no haya problemas para el entorno natural.