Hoy el rey se encuentra en Barcelona presidiendo la entrega de despachos a los nuevos jueces; que en el plazo de un año agrandarán la diferencia entre los que quieren quedarse en Cataluña y los que prefieren salir fuera a causa del idioma y de la presión independentista. Este año la planta judicial catalana ha tenido un déficit de 64 jueces y magistrados, la cifra más alta de los últimos diez años en la que sólo la de 2015, al inicio del proceso independentista, con 59 se acerca un poco. Eso perjudica a todos los catalanes pues tienen un peor servicio judicial y mayores retrasos. Acabamos de ver cómo sus necesidades sanitarias, que afectan a todos, han sido subsanadas con la llegada de 600 enfermeros, andaluces; parche momentáneo, pues los defensores de la Lengua ya están protestando. Para completar el panorama, el Tribunal Supremo ha avalado al TSJC sobre la obligación de incluir el 25% de idioma español en la enseñanza. A esto el Govern se opone, por ahora, a la espera de que el gobierno central deje de mirar para otro lado. Mientras, los que arriesgarán su futuro son los directores de colegios e institutos que no obedezcan la orden y sean acusados; cosa que ocurrirá.
En las últimas elecciones ha resultado evidente el desencanto de la ciudadanía pues aunque suman más del 51% los indepes, junto a la CUP, la realidad menos halagüeña es una pérdida de votantes que les resta fuerza. C´s también sufrió un descalabro brutal que no se compensa con la entrada de Vox. El PP se sigue acercando a su desaparición como fuerza con representación en el Parlament, en el que no tiene grupo propio. La esperanza unionista, vaso medio lleno, es que aparezca un líder que anime al 1.700.000 que se ha quedado en casa y sea capaz de movilizar a los 643.420 catalanes con derecho a voto, que han abandonado a los independentistas. Aragonés jugará con el nº de escaños pero los ciudadanos le han dado la espalda; están cansados del viaje a ninguna parte.
Socialmente, vuelve a ser actualidad el esperpento nacionalista que utiliza el lenguaje para insultar y menospreciar a una camarera por no hablar el idioma de los seres superiores y ofenderles con el lenguaje de las bestias. También nos encontramos a Laura Borrás, negándose a contestar en castellano a las preguntas de una rueda de prensa. Dislate tras dislate para marcar su superior ADN francés, pero en la Arcadia, sus gestores se encuentran en su camino muestras diarias de la realidad, que desmonta su falsa superioridad, como que tras más de 20 años en el Barsa, Leo Messi se vaya al PSG sin hablar ni una palabra en catalán; aunque tuvo que verse solo cuando su madre y su querida hermana tuvieron que regresar a Argentina, por la presión egoísta de la inmersión lingüística.
Un problema similar es el que se ha visualizado, en una nueva bofetada al independentismo, con la marcha del pintor irlandés, nacionalizado norteamericano, Sean Scully, «Al final, no pudimos soportar Barcelona por esta mierda», aseguraba, tajante, para explicar los motivos por lo que él, su esposa y su hijo Oisin, de doce años , han dejado la capital catalana, después de más de 20 años, y se han instalado en la localidad francesa de Aix-en-Provence. La gota que colmó el vaso fue que a su hijo Oisin "en la escuela, le obligaban a hablar catalán hasta en el recreo".
|
El pintor Sean Scully, abandona Barcelona: «Ibas a las reuniones hablaban completamente en catalán, como diciendo 'Vete a la mierda'», lamenta el artista
|
La nostalgia invade al barcelonismo, espejo del independentismo, cada vez que rememora aquel 2015 repleto de éxitos, maravillando al mundo y dominando en Europa. Con una de las mejores delanteras de la historia del club catalán y quién sabe si del fútbol: Messi, Neymar y Luis Suárez; aunque ninguno hablase catalán y fuese tolerado porque no eran una pobre camarera. Desde entonces la pésima gestión de la directiva liderada por Bartomeu y su incapacidad para imponerse a un vestuario caprichoso y exigente ha instalado al club en una progresiva decadencia que le ha llevado a perder a todas sus estrellas y perder el respeto de los clubes y organismos que hace solo un lustro les admiraba e incluso les temía. Es la viva representación del declive independentista y así se ha pasado de las grandes manifestaciones con cortes de carreteras y vías en Barcelona, al triste espectáculo de ver a escasos 20 indepes que cortan la Meridiana, a última hora y días alternos. Pura nostalgia y reconocimiento de su decadencia. Algunos ven negro el futuro, como Torra que afea a Aragonés que confíe en obtener un referéndum de ruptura pactado antes de 2030 y augura una larga espera más allá de 2080; si no se proclama unilateralmente. Pero la prisión ha enfriado a los que la han sufrido y eso que tenemos a un débil Sánchez que no se jugará una independencia que llevaría consigo la pérdida de sus votante catalanes, muy superiores a los favorables al PP. Sin Cataluña y País Vasco, el PSOE no gobernaría en el próximo milenio.
|
Corte de la Meridiana, por la tarde, en días alternos |
Aunque para los más forofos independentistas, pueda parecer, incluso, deseable que los mejores se marchen, lo cierto es que la decadencia se refleja en múltiples facetas de la vida cotidiana; que Madrid y Andalucía superen a la antes envidiada Cataluña; no es deseable para un futuro mejor en la Arcadia feliz. Sigue aumentando el saldo negativo de entradas y salidas de empresas. Las fuerzas de orden público, policía y guardia civil no completan sus plantillas, lo que es otra demostración de que los mejores no quieren vivir en esa falsa Ítaca. Las memorias anuales del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Cataluña en los últimos cuatro años muestran una tendencia claramente negativa desde el 'procés', que se evidencia tanto en la cifra de vacantes como en las solicitudes de destino o salida de los tribunales catalanes. Si se toma como referencia el desafío separatista de octubre de 2017, los traslados voluntarios de jueces y magistrados a juzgados catalanes cayeron un 76,7 por ciento hasta el cierre del año pasado. Mientras, las peticiones para abandonar la región subieron más de un 50 por ciento tras el 1-O y jueces son necesarios para garantizar la convivencia y no se sustituyen.
En esa misma línea está la medicina, que el nacionalismo ha pretendido blindar con el control absoluto de los MIR. Las condiciones en las que se desarrolla la profesión, no favorecen su elección entre los médicos de otras comunidades. "Un 3% de los médicos que han elegido la especialidad de Familia en Cataluña han terminado sin incorporarse a sus plazas, dejándolas desiertas". De los mil primeros en elegir, solo un 15% se decantan por Cataluña., cuando antes superaban el 22%. Naturalmente el idioma es un freno, no solo para conciliar la vida familiar sino para posteriores promociones. En Baleares, recalaron hace un par de años una arquitecta y su marido, profesional médico de prestigio. A los seis meses la arquitecta y su hijo de 16 años se volvieron a su ciudad de origen; las exigencias del idioma les hacían imposible la vida normal. Un año después se marchó el insigne profesional médico que fue sustituido por otro sin sus conocimientos y experiencia pero que dominaba el catalán/mallorquín. Nivel de decadencia: puedes admitir que el mejor jugador no hable catalán, pero no puedes tener al mejor cirujano porque no habla catalán,-
Armengol expedientará a todos los médicos que no atiendan en catalán
El Govern balear abrirá un expediente para todos los casos denunciados en la Oficina de Derechos Lingüísticos. Exigirá que los carteles en hospitales y centros de salud estén, al menos, en catalánhttps://elcriticonhistorico.blogspot.com/2016/06/catalexitevolucion-de-la-demografia-e.html
https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2016/08/catexit-lo-que-no-se-cuenta-i-parte.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario