NO TENEMOS SOLUCIÓN, BISMARK SE EQUIVOCABA.

Titulaba mi anterior artículo "las patochadas de Podemos alcanzan a Pedro Sánchez" y me quedaba corto pues las patochadas se suceden a una velocidad vertiginosa, sin que Sánchez haga nada por esquivarlas. Cuando el presidente español, saca pecho ante la OTAN con el adelanto del envío de dos barcos, uno la moderna fragata Blas de Lezo, a la zona de tensión con la Rusia de Putin, sus socios le dejan en evidencia. Aquí adjunto un vídeo de Irene Montero, ministra del reino de España, en la que dice que somos un país de paz y diferencia tres comunidades: "la vasca, la catalana y la española"; toma jeroma pastillas de goma y se queda tan pancha. Claro que Iceta declara que ve, ocho.

                            https://www.youtube.com/watch?v=l4gLsctDt2M

Es la confirmación de lo expresado hace unos días por el ala podemita del gobierno, en apoyo a un referéndum en Cataluña y que deja con el trasero al aire a Sánchez y al secretario del PSC, Salvador Illa. Mientras unos dicen que de referéndum nada, la parte podemita del gobierno y algún añadido como Iceta, son partidarios de jugar a la ruleta rusa del referéndum. Referéndum que ya hemos dicho que es una trampa para ingenuos e ilusos. Si sale que si, se separan y si sale que no, a esperar hasta el próximo intento. Los nacionalismos son así, incansables. Para mayor INRI, la parte socialista con Sánchez a la cabeza y el apoyo sin fisuras de la fiscal general, la abogacía del estado y demás órganos necesarios, no solo indultan a los golpistas sino que poco a poco van pagando la deuda del sillón monclovita y ahora retiran a la abogacía de la petición de la reclamación de los gastos del golpe de octubre de 2017.

Tenemos dos ejemplos que nos definían desde su conocimiento: Bismark que decía que éramos indestructibles pues seguíamos unidos a pesar de los intentos que realizamos para autodestruirnos. El otro fue el breve monarca Amadeo de Saboya que apenas pudo soportarnos más dos años y se marchó diciendo fu, por Portugal para salir antes; él se volvía a Italia. Pues bien, en su misiva de despedida y renuncia decía: 

Dos largos años ha que ciño la Corona de España, y la España que vive en constante lucha, viendo cada día más lejana la era de paz y de ventura que tan ardientemente anhelo. Si fuesen extranjeros los enemigos de su dicha, entonces, al frente de estos soldado tan valientes como sufridos, sería el primero en combatirlos; pero todos los que con la espada, con la pluma, con la palabra; agravan y perpetúan los males de la Nación son españoles

El primer acto oficial de Amadeo de Saboya, a su llegada a España,
fue visitar el cadaver de su protector, el general Prim, asesinado.

Ambas opiniones son coetáneas, en 1870/73. El comienzo de la Iª república vivió un episodio similar cuando su primer presidente, Estanislao Figueras, duró menos de seis meses en el desempeño de su cargo; puesto que abandonó sin despedirse ni siquiera. Terminado el Consejo de Ministros se marchó a París, diciendo: "Estoy hasta los cojones de todos nosotros". Su sustitutos Pi y Maragall, Salmerón y Castelar tampoco superaron los seis meses, entre los tres, en el puesto. El último tercio del siglo, lo consumíamos desangrándonos en guerras carlistas, cantonales y atentados anarquistas. El rey Alfonso XIII asistió al entierro de tres jefes de gobierno. El comienzo del S.XX tampoco fue más tranquilo pues los gobiernos se sucedían a razón de 8 meses, hasta desembocar en un golpe de estado, seguido de otra república y una guerra civil.

Esta es la España pacífica, según la ministra Irene Montero. Será por la paz de los cementerios, conseguida por los ahora socios del gobierno, con más de 850 muertos y 2.500 heridos, en plena democracia.