Acabamos de oír como Joan Tardá, acusaba a Pablo Casado de asesino en potencia, pues daba por hecho que le fusilaría si pudiese. Así Tardá enseñaba, nuevamente, sus cartas marcadas y no es la única ni la primera vez que acusa/amenaza en el Congreso; con medias verdades y grandes mentiras. Recordaba que Pablo Casado había recordado/avisado a Puigdemont que si insistía en su deriva secesionista y golpista, podía acabar como Lluis Companys; es decir: encarcelado. El rufián esta vez no es el diputado Sr. Rufián si no el ruín de Joan Tarda que tergiversa esa realidad histórica. El juicio y condena, por la justicia de la IIª República, a Companys y sus consejeros fue por el fracasado golpe del 6/7 de octubre de 1934; que dejó tras de sí medio centenar de muertos y el doble de heridos. Joan Tardá, con mala baba y malas formas, acusa a Pablo Casado de haber amenazado a Puigdemont con el fusilamiento de Luis Companys; hecho acaecido el 15 de octubre de 1940 y digo con mala baba pues cualquiera puede leer la sentencia del tribunal que juzgó y condenó a muerte a Companys en octubre del 40 y comprobar que se le acusaba de haber ayudado a impedir el éxito del levantamiento militar de julio del 36 y no haber evitado los más de 8.000 paseados durante su presidencia entre julio del 36 y febrero del 39. En 1940, a Companys no se le fusiló por el golpe del 6/7 de octubre del 34. La amenaza/advertencia de Casado a Puigdemont era sobre el riesgo de prisión por golpista (como así ha ocurrido con los que no huyeron cobardemente). Confundir y tergiversar, en temas y con acusaciones tan graves, dicen poco en favor del Sr. Joan Tardá.
Tarda estalla y acusa de asesino potencial a Pablo Casado. |
Las amenazas de Joan Tardá no son infrecuentes, si no todo lo contrario. Durante los Plenos de Investidura de Sanchez en la primavera/verano de 2016, Tardá pidió reiteradamente un referéndum vinculante y si se veían obligados a una DUI, amenazó con no hacerse cargo de parte del FLA, y complicar el paso de los camiones del resto de España por la NII; muy en línea con las amenazas de su líder Oriol Junqueras.
Cuando el ‘pacífico’ Junqueras amenazaba con 2 millones de personas en las calles para colapsar España.
De su lenguaje provocador se han descolgado acusaciones de fascistas a los socialistas, 28 de noviembre del 2017. Tampoco sus compañeros, incluyo al insustancial Rufián, se muerden la lengua, para no morir envenenados por su odio a lo español. El profesor de Derecho Constitucional e ideólogo de ERC Antoni Abat Ninet, enero del presente año, sugiere en una entrevista que el proceso de independencia necesita “diez muertos” y paralizar la economía, para que finalmente sea aceptado por la Unión Europea.
En esa línea insisten, Torra y otros, que sin muertos/violencia el Procés irá más lento. Tampoco podemos olvidar a su compañera Marta Rovira, la llorona huida a Suiza y que hablaba de que el procés se frenó porque Puigdemont les dijo que los tanques del Estado serían inmisericordes y habría muertos... Es la manía de presentarse, sin venir llorados de casa, y claro el malísimo Estado español (del que ellos forman parte aunque disimulen), abusa de ellos; aunque a la hora de la verdad les entra cagálisis y reconocen que iban de farol.
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