Los famosos restos de Franco, de los que no se acordaba nadie, siguen en la lista de prioridades del gobierno bonito de Pedro Sanchez; muy por encima de los problemas del frenazo económico y otras bagatelas como el impuestazo y no digamos del serial catalán, que el gobierno aviva en lugar de darle cerrojazo. La viceministra Carmen Calvo ha ido de visita oficial al Vaticano con el objetivo de endosarle a la Iglesia el problema creado por su caprichoso traslado de los restos; traslado que sus antecesores Zapatero y Gonzalez no realizaron, por ¿cobardes o consentidores?. Cuando llegas al poder sin un programa, como le pasó al presidente por accidente, te encuentras que los ciudadanos reciben expectantes el nuevo aire y claro comienzan las ocurrencias: ahora la inhumación de Franco y entonces la retirada/huida de Irak o la derogación del PHN, trasvase del Ebro incluido.
Efectivamente el programa de Zapatero se limitaba, está en las hemerotecas, a derogar lo realizado por el PP de Aznar en sus ocho años de gobierno. Era el No por el No, que más tarde sirvió de lema para su alumno, Pedro Sanchez. Así salimos rápidamente de Irak, ante el asombro de nuestros aliados, sin esperar ni a despedirnos y que claro nos trajo represalias de EEUU, muy contento con Zapatero por el desprecio a su bandera, permaneciendo sentado a su paso en el desfile. Claro que mayor cagada, que pagamos ahora y así seguirá durante decenios, fue la derogación del PHN y el transvase del Ebro al Jucar y Segura; mejorando la cuenca del Tajo al no tener que drenarle recursos hídricos. Esta decisión estuvo reforzada/mediatizada por la exigencia de ERC, como pago al apoyo a Maragall como Presidente de la Generalidad (los de ERC siempre con sus exigencias frente al bien común de España). En caso de secesión, los 900 Hm3 del trasvase, ya estarían comprometidos y solo se repartirían los excedentes a esa cifra. Jugada de futuro de ERC, que naturalmente pensaba egoistamente y Zapatero con su Ministra Cristina Narbona, a tragar o a ignorar.
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Siguiendo su estrategia habitual, Pedro Sanchez envuelve la visita en el celofán del disimulo, esta vez en la negociación de las relaciones fiscales entre ambas partes; tal vez en un intento de comprar voluntades eclesiásticas con dicho caramelo. Pero hay un problema complicado en que los textos legales, por los que se rige la Iglesia Católica, recogen el derecho de la familia a enterrar los restos cristianos en lugar designado por ellos y ahí entra la cripta de la basílica de la Almudena. llegamos así al absurdo de que retiran los restos de Franco , situados a 35 Km de Madrid, para traerlos al centro y con máxima proximidad a la Plaza de Oriente, de grato recuerdo para los nostálgicos del franquismo. Jugada perfecta, muy definitoria del actual gobierno.
Problema similar con el que se encuentra la ¿imaginativa/plagiadora? Susana Diaz con los restos de Queipo de Llano que descansan en la basílica de la Macarena, debido a que Queipo de Llano impulsó y colaboró decididamente en la construcción del templo. En agradecimiento se le nombró hermano mayor honorario de la Macarena. Soportado por el Código Canónico de 1917 y en el de 1983, en los que se contempla la posibilidad de que quienes han contribuido a construir una basílica, tengan sepultura en una cripta adjunta. En el caso de Franco, basta con que sus familiares tengan sepultura capaz de acoger los restos, de un cristiano.
La regulación recogida en los cánones 1205 y demás legislación canónica, plasma que “las parroquias y los institutos religiosos pueden tener cementerio propio”, pero que “también otras personas jurídicas o familias pueden tener su propio cementerio o panteón, que se bendecirá a juicio del Ordinario del lugar”. resumiendo:
El Vaticano a Calvo: “El Derecho Canónico nos obliga a permitir el entierro de Franco en la Almudena”. Continuará.....
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