Estamos viendo como señoras despechadas, en este caso, han sido los detonante para investigar y poner al descubierto los trapicheos del Emérito, del jefe del clan Pujol y del vicepresidente 2º con el caso Dina. Llevábamos una temporada sin estos líos de faldas y habría que remontarse a la entrevista de Diana de Gales en la BBC revelando sus propias infidelidades, que levantaron un fuerte revuelo y tiñeron de dudas su fallecimiento en el accidente de París así como a la despechada Valérie Trierweiler que despechada escribió «Merci pour ce moment», un libro publicado para desahogarse y ofrecer su versión de los hechos y las vergüenzas del entonces presidente Francois Hollande; pillado en moto con casco cuando acudía a su cita con su nueva amante. Infidelidades de uno u otro sexo han existido siempre y seguirán existiendo y como resultado de ello se producirán escándalos, el último el de la joven y el torero pero esos solo rellenan las páginas de la prensa rosa o las hojas de sucesos como aquél que fue capado. De lo que vamos a hablar es de las más vistosas, por sus resultados, políticamente importantes que producen cambios de regímenes o similares consecuencias.
Por la actualidad empezaremos por el caso de Corinna Larsen y nuestro rey emérito que ha puesto contra las cuerdas a la monarquía y sobre el que escribí un artículo en el que defendía una valoración equitativa entre los cuernos, las comisiones ¿ilegales? frente al vital papel del entonces Rey en la transición de la dictadura al régimen democrático del que ahora disfrutamos y que permite que puedan juzgarse ciertas de masías. Le achacan al emérito que se protegiera con su inviolabilidad, pero era una medida lógica teniendo que iba a pasar de heredero de Franco y por tanto con poder absoluto a Rey carente de poderes. Con su luces y sombras el 23F pudo apoyar o frenar el golpe y eligió esto último. La residencia de La Mareta en Lanzarote, en la que pasará sus vacaciones Pedro Sanchez, fue un regalo del rey Hussein a Juan Carlos y ha terminado en manos de Patrimonio del Estado. Cuando Corinna se vió alejada del poder actuó con el ínclito comisario Villarejo para perjudicar a Juan Carlos y por descontado a su heredero.
https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2020/07/juan-carlos-50-anos-entre-su.html
Otro caso, ahora reaparece después de años de silencio, es la delación de María Victoria Álvarez, la amante despechada de Jordi Pujol Ferrusola que puso en la picota a todo el clan de los Pujolones, al que también he dedicado un reciente artículo. Aquí el padre, otrora Molt Honorable, es tratado con respeto pues aunque robara mucho más que el emérito, es considerado fundador de la Cataluña independentista gracias al Programa 2.000. Distinta vara de medir pues este personaje ha dividido a la sociedad catalana y a esta en conjunto con el resto de España, mientras que el Emérito ha empleado mucho de su tiempo en cerrar heridas.
La última historieta se está desarrollando ahora en los juzgados y hace referencia a los pantallazos del móvil de Dina que tienen contra las cuerdas al ejemplarizante vicepresidente. Todo apunta a que Dina fuera engatusada con promesas de matrimonio, según la famosa frase de: "prometer hasta meter y una vez que la has sacado, nada de lo hablado". Naturalmente la interfecta se sintió engañada e hizo un uso vengativo de su móvil, que motivó que se lo quitaran y achicharraran. Cosa habitual en que se suben a las redes las imágenes más comprometedoras de aquella persona a la que se pretende perjudicar. Esta historieta veremos como termina pues si finalmente Pablo se sienta en el banquillo, el gobierno de coalición podría tambalearse.
Pero evidentemente esas infidelidades no son exclusivas del momento y así aprovecho para contar una historia de alcoba que pudo frustrar el golpe del 17/18 de julio del 36. Esta historia empieza cuando el republicano y masón coronel Aranda es tanteado por Mola para incorporarlo al golpe y éste lo comunica al gobierno que le ofrece el puesto de Director General de Seguridad, para frenarlo; pero hete aquí que la hermana del ministro de interior era la amante de quien ocupaba ese puesto y Aranda se quedó compuesto y sin puesto; arrojándose en brazos de los conspiradores (Historia 16, nº 72, Aranda contra Franco, abril 1982). Aquí el despechado era varón. Ay si las alcobas hablasen. En este caso se jugó el éxito/fracaso del golpe de estado del 17/18 de julio del 36.
Otra de esas historias de alcoba, muy habituales en el espionaje, fueron las aventuras de Mata Hari en la 1ª G.M. que terminaron con la supuesta espía en el paredón. Otra, en la que me detengo, es la del famoso caso Profumo, secretario de Guerra o Ministro de Defensa inglés. En el verano de 1961, en plena guerra fría, John Profumo conoció a Christine. Él tenía 48 años; ella, 19. La primera vez que el secretario de Guerra posó los ojos en la mujer, esta salía desnuda de la piscina en una fiesta/bacanal de alto copete. Esa misma noche iniciaron su aventura, con encuentros en la casa y el despacho de este y en el apartamento de ella, entre otros sitios. Aunque comenzaron a oírse rumores, el asunto no hubiera sobrepasado la esfera privada de no haber sido porque Christine mantenía tratos íntimos con otros hombres. En paralelo, la agencia de inteligencia del país, el MI5, había averiguado que Christine se entendía con el espía soviético Eugene Ivanov. Profumo, que lo ignoraba, fue informado de este hecho y, pese a ello, continuó saliendo con Keeler, pero un joven enamorado de Christine, despechado, dió origen a un incidente con la policía y de ahí el escándalo llegó al Parlamento.
En marzo de 1963, Profumo declaró textualmente en el Parlamento: “La señorita Keeler y yo nos vimos en términos amistosos. No hubo nada impropio en mi relación con la señorita Keeler”. El escándalo Profumo fue también una bomba política. Además de dimitir el alto funcionario en cuestión, acabó haciéndolo también su mentor, el propio Jefe de Gobierno, MacMillan, cuya mala salud empeoró a raíz del asunto, y el hecho de no haber cesado antes a Profumo manchó su gestión. Tampoco fue positivo el impacto del affaire para la imagen del Partido Conservador. Los laboristas ganaron las elecciones de 1964, tras trece años de dominio tory en Downing Street. así como en la cultura latina se impone el concepto de que “los caballeros no tienen memoria”, en la cultura anglosajona no hay nada más grave que decir una mentira. Aquí el despechado llevó a un cambio de gobierno; ¿tendremos aquí esa suerte?, claro que la mentira en España no solo se castiga sino que te lleva a la presidencia de gobierno, aunque el 95% de los españoles no puedan dormir.
En marzo de 1963, Profumo declaró textualmente en el Parlamento: “La señorita Keeler y yo nos vimos en términos amistosos. No hubo nada impropio en mi relación con la señorita Keeler”. El escándalo Profumo fue también una bomba política. Además de dimitir el alto funcionario en cuestión, acabó haciéndolo también su mentor, el propio Jefe de Gobierno, MacMillan, cuya mala salud empeoró a raíz del asunto, y el hecho de no haber cesado antes a Profumo manchó su gestión. Tampoco fue positivo el impacto del affaire para la imagen del Partido Conservador. Los laboristas ganaron las elecciones de 1964, tras trece años de dominio tory en Downing Street. así como en la cultura latina se impone el concepto de que “los caballeros no tienen memoria”, en la cultura anglosajona no hay nada más grave que decir una mentira. Aquí el despechado llevó a un cambio de gobierno; ¿tendremos aquí esa suerte?, claro que la mentira en España no solo se castiga sino que te lleva a la presidencia de gobierno, aunque el 95% de los españoles no puedan dormir.
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