Resulta curioso como se repiten los errores con los mismos personajes. La relación intensa entre Zapatero e Iglesias la hemos visto en diversas ocasiones. Esta pareja se reúne y comenta con asiduidad desde que en una noche de diciembre de 2014, se vieron en Toledo en casa de Pepe Bono; sin conocimiento del entonces recién nombrado secretario general del PSOE, Pedro Sanchez; reunión en la que se cruzaban diversos intereses. Por un lado Bono y Zapatero trataban de animar a Iglesias a participar en las cercanas elecciones municipales y autonómicas, que pillaban a Podemos sin apenas infraestructura y las posibilidades de fracasar por precipitarse eran evidentes. Consiguieron convencerle y ahí se fraguó la caída de Cospedal que aunque ganó las autonómica, no pudo con la suma de diputados de PSOE más Podemos. En la reunión, con Page presente y poco comentado, ¿trataron? de que Iglesias facilitara los negocios de Zapatero/Bono/Morodo en los paises populistas como Venezuela. No olvidemos los negocios del Trio que obtuvo pingües beneficios en Cuba, Guinea y Venezuela; donde se fraguó su común apego por la dictadura de Chavez y su sucesor, Maduro; el caso de las patrulleras, entre otros.
También su aprecio por los independentistas catalanes y por estar a la izda del actual PSOE, que ya es decir. Iglesias reconoce que ha pedido consejo a Zapatero en diversas ocasiones, una de ellas cuando no se llegó al acuerdo de gobierno en septiembre de 2019 o cuando se reunían para una larga charla en las jornadas que organizó en verano, Podemos en el Escorial y en los que actuó como orador invitado el referido Rodriguez Zapatero. Entonces, tras la reunión de diciembre de 2014, Pedro Sanchez se sintió ninguneado pero el tiempo ha ido remodelando su relación y resulta que hoy forman un trío muy bien avenido. No olvidemos que Pedro Sanchez, gracias al apoyo prestado por todos aquellos de los que dijo que nunca jamás, pero en jamás de los jamases, pactaría para llegar al Gobierno, llegó a la Presidencia, tras una moción de censura que ganó el 31 de mayo de 2018 y ahí se mantendrá al menos otros tres años. Aquellos con los que nunca iba a pactar, Sanchez, son ahora sus coaligados y apoyos patrióticos, con el VºBº de los marqueses de Galapagar y ZP.
Iniciaba el encabezado con la frase de que con Zapatero empezó todo pues, aunque no estaba prevista su elección en el PSOE, que fue toda una sorpresa; empezando por el propio Bono que parecía sería el ganador. A partir de esa rareza se produjo otra carambola y llegó a Presidente por accidente, tras un 11M mal manejado por el PP y aupado en el magnífico manejo del PSOE de Rubalcaba y su "los españoles no merecemos un presidente que nos mienta"; frase que hoy resulta una verdad vergonzante con el gobierno más cínico y mentiroso de la historia de España. Hasta la llegada de Pedro Sanchez, Zapatero era el presidente que peor opinión me merecía. Fue el presidente que resucitó el guerracivilismo, con su Ley de Desmemoria Histórica que ahora Carmen Calvo quiere "mejorar" con la Ley de Desmemoria Democrática; reabrió la caja de Pandora del separatismo, prometiendo aprobar el Estatut que viniera de Cataluña cuando nadie se planteaba la modificación del existente y creó mala sangre cuando se recortó; inventó los inaceptables «cordones sanitarios» del Pacto del Tinell que ahora retoman Sanchez y sus allegados; anuló el Plan Hidrológico Nacional, con Cristina Narbona, que contemplaba el añorado trasvase del Ebro a las cuencas del Jucar y Segura, trasvase soñado desde la República, con Prieto de Ministro de Obras Públicas; nos avergonzó permaneciendo sentado al paso de la bandera de EEUU y la cobarde salida de Irak y nos metió (no supo evitar o minorar) en la mayor crisis económica de la Democracia, que naturalmente superará el nefasto Sanchez...; por negligencia y falta de previsión. Curiosa coincidencia en la forma de afrontar los problemas externos, agravándolos.
Cuando en un acto de honestidad, al final de su gobierno, tomó decisiones para controlar el desastre y renunció a presentarse a una tercera reelección para dedicarse a contar nubes, se ganó el respeto de mucha gente que ahora no entiende qué lleva a este señor de 60 años, abogado y exprofesor universitario, vástago de una próspera familia leonesa, presidente de España durante ocho años, a apoyar con entusiasmo a una mortífera dictadura comunista que ha sumido en la mugre a su país, Venezuela. O es un radical iluminado que ha extraviado el sentido común, o algo ha de pagarle el régimen para que mienta y acepte embadurnarse en un rol tan repugnante. Su último éxito ha sido apoyar la candidatura de León para sede del nuevo Centro Europeo de Ciberseguridad, que albergará finalmente Bucarest. El pasado miércoles en la votación León obtuvo dos votos, de 27 posibles, uno de España. Ahí se demuestra la importancia e influencia del gobierno de Sanchez entre los socios europeos.
Puede sorprender el silencio cómplice de Pedro Sanchez ante el apoyo de Zapatero a la patraña de las elecciones en Venezuela, pero del ahora presidente, en muchas facetas seguidor pero superando al antecesor, nadie puede sorprenderle que mienta, pues lo hizo a título personal con su propia tesis doctoral y lo ha hecho ante los electores negando todas las alianzas políticas que, tras pasar por las urnas, acabó haciendo. Bien es cierto que hacerlo de forma tan ostentosa, en tan poco tiempo y con tanto desprecio por la realidad; confirma una peligrosa falta de respeto a la ciudadanía, a las instituciones, al derecho y a la más elemental decencia que cabe exigir a los gobernantes.
tiene tan poco sentido común este traidor personaje que no me da la gana citar su asqueroso nombre, por eso, por traidor. Pero además, este berzotas ignorante, debería haber ingresado en un correccional hace muchos años, por tonto de mala baba.
ResponderEliminarSi pero a todos estos tontos les da por lo mismo: perjudicarnos y enriquecerse con nuestra desgracia. Al manchego no te lo pierdas, en el enlace cuento algunas de sus cerdadas de astuto ladrón.
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