Visitando la exposición de Manuel Azaña, he leído varios párrafos en que asocia Democracia con República frente a Dictadura con Monarquía, pero eso ha quedado obsoleto y nadie puede dudar que nuestra Monarquía no sea plenamente democrática; tan democrática que permite partidos que pugnan contra ella y contra la unidad de España, concepto que nunca estuvo en duda en la mente o las palabras de Azaña. Hoy lo que algunos, desde el gobierno, ponen en confrontación es Monarquía o República.
Llevamos una temporada de fuertes presiones y ataques sobre el sistema de gobierno que desean algunos de los partidos que conforman el Hemiciclo. De resultas de sus deseos republicanos, estan llevando un ataque sistemático al Rey y por tanto a la monarquía. Lo cierto es que se limitan al ataque, sin explicitar que ofrece su tan cacareada República y eso que nuestras dos experiencias han terminado como el rosario de la aurora. Eso sí, mucho peor la segunda, por culpa de una tremenda guerra civil de casi tres años y sin embargo es el espejo en que se miran los actuales partidarios del cambio de régimen; salvo que solo sea la escusa para acabar con la piedra de clave que sostiene todo el edificio de la Constitución del 78. Esta frase se escucha de forma grandilocuente pero creo que sin analizarla en profundidad.
Lo primero es aclarar por qué el cambio de Monarquía a República tendría que modificar toda la actual Constitución; abriendo un período constituyente en medio de una tremenda pandemia y de la lógica debacle económica que la seguirá. La abolición de la monarquía es posible siempre y cuando se active el complejo proceso del artículo 168 de la Constitución en el que se prevé la consulta al pueblo soberano en dos ocasiones: una de forma indirecta, a través de las elecciones que deben celebrarse una vez producida la disolución de las cámaras; y otra de forma directa, sometiendo a referéndum preceptivo y vinculante, la decisión adoptada por los representantes. Ahora bien, la eliminación de la Monarquía no supondría el tránsito hacia una República. Únicamente se transformaría la naturaleza de la Jefatura del Estado. España es ahora uno de los países más descentralizados del mundo y por ahí no mejoraría con una República, salvo la opción de Confederación que rompería la actual corresponsabilidad fiscal con un remedo de la España cantonal.
En segundo lugar, habría que definir la Jefatura del Estado, tanto en su duración como en su forma de acceder a la misma, prerrogativas y obligaciones. Las dos primeras parecen de fácil solución pues podría copiarse algo similar a la elección del Jefe del Gobierno; remarcando que no sea hereditaria, pero la tercera y más importante es la que más dificultades representa y de la que no se habla por parte de los que dicen desearla. En el fondo es que si analizamos las prerrogativas del actual Jefe de Estado, vemos que son más bien escasas pues practicamente todos sus pasos y actuaciones tienen que supervisarse por el gobierno que revisa y autoriza sus discursos y aprueba o deniega la asistencia del Jefe de Estado a la entrega de despachos de una promoción de jueces, por ejemplo. En los viajes oficiales tiene que ir acompañado del ministro de jornada, normalmente el más afín a la materia del viaje, pues únicamente los ministros son responsables y ningún mandato del Rey puede llevarse a efecto si no está refrendado por un Ministro. Hasta para ir a escondidas a Barcelona, tiene que acompañarle un Ministro, en este caso el de Cultura, por el premio Cervantes.
Joan Margarit lee su último poema en la entrega, por el Rey, del premio Cervantes; entregado vergonzosamente en Barcelona. |
Sí, nuestro Rey, reina pero no manda, ¿Qué interés tiene alguien por ser Presidente de la República con tan menguadas por no decir nulas atribuciones?. ¿Firmar indultos que te presenta el Gobierno que es quien los concede?, ¿Ser un simple firmón?. Ser juzgado solo por el Tribunal Supremo es una ¿ventaja? al alcance de jueces, diputados, senadores,...La inviolabilidad para hechos ejecutados en base a su función, tampoco es para montar una nueva Constitución. Hasta su discurso de Navidad le es chequeado y dirigido por Sanchez. Funciones de representación son, practicamente, su único trabajo, cuando se lo permite el gobierno. ¿Recibir las cartas credenciales de embajadores?,...pocas nueces para tanto ruido. ¿Sería un Presidente de la República más económico?, difícilmente a la vista de lo que nos cuesta la parte representativa del gobierno y sus centenares de asesores.
Dicho lo cual, queda otra opción, consistente en suprimir la Monarquía y tener un presidente/jefe de gobierno como en EEUU. Porque para tener de florero a un Zapatero o un Sanchez o un Iglesias o un Rajoy..., mejor a Felipe VI; salvo que volvamos al mito de la IIª República y ahí entra el intento socialcomunista de reinventar a Manuel Azaña y olvidar su lapidaria frase" si otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y el odio y con el apetito de destrucción, que piensen en los muertos y que escuchen su lección: la de esos hombres, que han caído embravecidos en la batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no tienen odio, ya no tienen rencor...(p.494 Discursos políticos).
Entonces desmontemos viejos mitos y afrontemos el futuro con ideas nuevas. La IIª República comenzó alimentando muchas ilusiones con ganas de resolver viejos problemas, que hoy no tenemos, como profesionalizar un ejército con una cabeza gigantesca por el enorme número de oficiales y generales provenientes de las guerras de Cuba y Marruecos. La Reforma Agraria que hacía necesario redistribuir los latifundios creados por las dos desamortizaciones de Mendizábal en los años 30 y Madoz en los años 50 del S.XIX; que vendieron las tierras de los conventos y ayuntamientos consiguiendo que se concentraran en las manos que tenían dinero, aquellas tierras que aportaban trabajo y pastos a los lugareños. Tampoco hoy parece ser un problema. Mejora de la educación con la creación de escuelas y profesorado que complementara los escasos recursos municipales. El S.XIX trajo la magnífica ley de educación Moyano pero Madoz dejó sin ingresos a los ayuntamientos para ponerla en práctica. En conjunto, se calcula que de todo lo desamortizado, el 35 % pertenecía a la iglesia, el 15 % a beneficencia y un 50 % a las propiedades municipales, fundamentalmente de los pueblos. Esa República que no supo impedir la guerra civil ni ganarla. Nuestra actual democracia ha superado todas las injusticias que unieron a los padres de la IIª República.
Aquí adjunto un texto con los motivos para expulsar a la Monarquía, firmado en diciembre de 1930, por el autodenominado Gobierno Provisional: Azaña, Fernando de los Ríos, Niceto Alcalá Zamora, Maura,... y que si ampliáis podéis leerlo. Es una foto que he realizado en mi visita a la exposición de Manuel Azaña en la BNE, el pasado 21 de diciembre.
Violación de la Constitución por un caciquismo omnipotente.
Un régimen que los ha conducido al deshonor como Estado y a la anarquía
como sociedad
Un Estado que ha conducido a la impotencia como nación.
Un Estado que ha conducido a la impotencia como nación.
Un trono cimentado sobre las catástrofes de Cavite, Anual y Monte Arruit;
huyendo de las responsabilidades históricas.
Despilfarros y abusos desde la Administración del Estado...
La antefirma: Entre tanto, nosotros conscientes de nuestra misión y responsabilidad, asumimos las funciones del Gobierno Provisional.
Ahora esta claro que la extrema izquierda comunista, que medio gobierna con el isopazo del PS, pone la excusa de su lucha por la República, por varios motivos: en primer lugar, porque quieren volar por los aires la Constitución de 1978 (Si hubiera hoy otra Constitución, haría lo mismo, cambiando el guión). En segundo lugar, como tradicional enemigo del socialismo, pretende tragárselo, para lo cual terminará convenciendo a muchos de sus adictos, que ellos son los culpables de mantener la Monarquía. Pero la realidad es otra. Los medios que el comunismo ha utilizado siempre, en todos los desgraciados países donde ha puesto el huevo, ha sido la obtención del poder por la violencia, el agit-prop y,finalmente, la guerra. No nos equivoquemos, la ultraizquierda española es violenta, tramposa,y habrá que estar muy atentos a la venganza que se está fraguando en España, intentando dinamitar todas las instituciones (empezando por la Monarquía) y continuando donde haga falta hasta llegar al paraíso dictatorial; así ha sido siempre la "democracia comunista. Lo peor es que saben hacerlo...por la cobardía de muchos y el silencio ovejuno de casi todos los españoles.
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ResponderEliminarEfectivamente, el silencio ovejuno. Hoy un senador del PSOE pedía, para 2021, un homenaje a la Constitución del 31, aprovechando su 90 aniversario y Carmen Calvo ha vuelto a decir que hay que traer el cadáver de Azaña para darle un homenaje. Estos del PSOE son los tontos útiles de los podemitas.
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