Curiosamente, este centenario coincide con el actual momento álgido del anarquismo en Cataluña, representado por la CUP. Entonces la sindical anarquista, la CNT, presumía de su millón de afiliados, frente a los escasos cien mil de la UGT. Esta anormalidad histórica reflejaba que el anarquismo en Europa, incluyendo la poderosa rama italiana, sumaba menos afiliados que nuestro país. Ahora la quema de la furgoneta policial, por una anarquista italiana, muestra otra anormalidad histórica que está socavando el prestigio de la Ciudad Condal; reforzado por el actual President, Pere Aragonés, al insistir en que sufrimos una democracia imperfecta que justifica la violencia callejera. No pierden ocasión de sacar a relucir el procés. Igualmente que hace 100 años, la Corona no pasa por su mejor momento, con la fiscalía tras el Emérito, las izdas contra Felipe VI y TVE volviendo a enfangar la imagen de la Princesa de Asturias y su hermana; luego se han disculpado pero "habla mal que algo queda". En marzo de 1921, la Restauración monárquica tampoco atravesaba su mejor momentos, llevaba dos jefes de gobierno asesinados, huelgas tremendas en 1917 y 1909; sin olvidarnos del atentado contra el rey el día de su boda en 1906. Aún le tocaba sufrir en julio el desastre de Annual y la subsiguiente dictadura de Primo de Rivera que terminaría en las puertas de la nefasta, por su resultado final, Segunda República.
Así pués, este 8 de marzo, se cumple el centenario del asesinato del Presidente de Gobierno, Eduardo Dato, a manos de un trio anarquista que lo tiroteó desde una moto con sidecar, cuando iba camino de su domicilio; tenía 65 años. Era el tercer presidente de gobierno que moría asesinado durante el reinado de Alfonso XIII. Estos tres presidentes asesinados, a manos de anarquistas, estan enterrados en el Panteón de Hombres Ilustres; edificio que surge de una idea de principio del S. XIX, de construir un lugar en que honrar a los hombres notables y así ayudar a consolidar el orgullo nacional. Esta idea es continuamente postergada hasta que durante la Restauración se materializó (en 1899). Surge bajo el lema "pro patria mortuis honor et pax" y alberga los mausoleos de políticos de nuestro mejor S.XIX, como Cánovas, Canalejas, Dato, Sagasta, Francisco Martínez de la Rosa, Diego Muñoz-Torrero, Juan Álvarez Mendizábal, José María Calatrava, Salustiano Olózaga, Gutiérrez de la Concha y Agustín Argüelles; con obras de los escultores Benlliure, Querol y Estany. En total 12 personajes y sin trazas de volver a ser utilizado. En nuestro entorno, el predecesor sería la Abadía de Westminster con enterramientos de muchísimos héroes y personajes históricos ingleses y que anualmente es visitada por millares de personas y muestra con orgullo su historia milenaria. En París está el Panteón de hombres ilustres, realizado cien años antes que el nuestro y que es muy visitado; así como Los Inválidos y la tumba de Napoleón. Tienen un arco del Triunfo con sus batallas y victorias, etc. Aquí nos olvidamos por no decir que nos avergonzamos de ellos.
Panteón de hombres Ilustres. Atocha |
Coincidiendo con el final de siglo XIX y comienzo del XX, por el mundo corría la violencia anarquista que se cobró la vida del Zar Alejandro II en 1881 y del Presidente McKinley en 1901 (EEUU), entre otros personajes. España no iba a ser diferente y los primeros años del anarquismo fueron de verdadera aplicación de la revolución y la violencia; con atentados en el Liceo de Barcelona; con huelgas como la Semana Trágica en 1909, en respuesta al embarque de soldados hacia Marruecos y que fue duramente reprimida con diversos muertos, entre ellos el fundador de la Escuela Moderna, el anarquista Ferrer Guardia; que no participó en esta huelga pero venía marcado por el atentado contra Alfonso XIII, el día de su boda en 1906, en la calle Mayor; realizado por otro anarquista, amigo suyo, Mateo Morral.
Como decía al principio, el anarquismo había atentado contra Cánovas del Castillo en agosto de 1897, en el balneario de Santa Águeda, Guipuzcoa, en que veraneaba. Su asesino fue el anarquista italiano Angiolillo, rápidamente detenido y ejecutado. Nuevamente surge el "España es diferente" pues mientras en Europa el fin de siglo termina con los asesinatos anarquistas, en Francia desde 1894 no hubo más; aquí vamos a verlos activos y reiterativos hasta en la República. Ya hemos comentado el intento fallido contra Alfonso XIII y los exitosos con muerte de Canalejas mientras miraba un escaparate de una librería (Editorial San Martín en la que aún compré libros), en la Puerta del Sol. Sucedió el 12 de noviembre de 1912 y su asesino, Manuel Pardiñas fue detenido inmediatamente; suicidándose con la pistola del magnicidio, si bien alguien puso en duda esta versión del suicidio. Se dice que fue por la violenta represión del intento revolucionario anarquista de 1911.
Vehículo oficial con los impactos de bala |
Eran épocas de gran violencia. Solo diez años más tarde, el asesinado era nuestro Eduardo Dato, tras el trienio bolchevique y los asesinatos de patronos a manos anarquistas y de estos a manos empresariales mediante el sindicato libre y del ejército y Guardia Civil con la famosa "Ley de Fugas" implantada por el general Martinez Anido. Una semana después, fue detenido Pedro Mateu en su domicilio y poco después Luis Nicolau en Alemania y entregado a las autoridades españolas con la condición de no ser ejecutado; así ambos fueron condenados a cadena perpetua hasta que con la IIª república fueron indultados. El tercero, Casanellas, escapó y volvió en 1931; pero murió en un accidente de moto.
Figura destacada del Partido Conservador, llegó a ocupar las carteras de Gobernación, Gracia y Justicia, Estado y Marina, así como la presidencia del Consejo de Ministros en tres ocasiones. También desempeñó los cargos de alcalde de Madrid y presidente de Congreso de los Diputados. Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas desde 1905, también fue miembro de la Real Academia de Jurisprudencia y Legislación, institución de la cual sería elegido presidente en tres ocasiones. En calidad de hombre de leyes, desde 1913 fue representante de España en el Tribunal de La Haya, del cual llegó a ser vicepresidente. Cuando se produjo el estallido de la Primera Guerra Mundial, en 1914, Dato ocupaba la presidencia del gobierno y decretó la neutralidad española en el conflicto. Estuvo siempre en los periodos difíciles de España. En 1917, cogió la Huelga General, las Juntas provinciales, la Asamblea Parlamentaria de Barcelona y la situación de violencia en Cataluña, que lo mató. Tras su muerte, el cisma político y social fue tal que incluso su propio partido se disgregó. Si él no hubiera desaparecido, a lo mejor no habría llegado Primo de Rivera. Eduardo Dato no necesitaba la política, su despacho de abogado era el que llevaba en España a los Rothschild y los Bauer. Solo con esos dos clientes ya tenía la vida asegurada. En aquella época eran gente que se dedicaba a la política porque creían que podían hacer algo por su país.
Ya en el terreno de las coincidencias de los atentados, de los que tres de ellos se produjeron en martes: a Prim lo asesinaron el martes 27 de diciembre de 1870; a Canalejas, el martes 12 de noviembre de 1912, y a Dato, el martes 8 de marzo de 1921. Por si fuera poco, la suma de las cifras del año del atentado a Canalejas, 1912, resulta 13, igual que las de Dato, 1921. Se da la circunstancia de que don Eduardo había nacido sesenta y cuatro años atrás también un martes, el 12 de agosto de 1856. Martes y 13, mal día para los presidentes.
Para concluir, por todo lo comentado, VOX pedía un homenaje por el centenario y el PSOE le ha contestado que como lo pide VOX, ellos no tienen más remedio que negarse. El pasado 28 de febrero se cumplieron, con más pena que gloria, 80 años de la muerte en Roma del rey Alfonso XIII.
> En aquella época eran gente que se dedicaba a la política porque creían que podían hacer algo por su país.
ResponderEliminarDefinitivamente necesitamos políticos que hagan algo por nuestro país.
Un gusto leerte,
Saludos, C
Aunque haya tardado un poco, gracias por tu comentario.
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