ZAPATERO APOYA LA AMNISTÍA: SI HAY QUE CAMBIAR, SE CAMBIA

El Presidente y candidato a revalidar su puesto, ha recibido el apoyo incondicional de Zapatero; igual que en la semana final de la campaña electoral. Donde Sánchez no podía ir, Zapatero se personaba en el mitin correspondiente y usaba el doberman de Vox. También aparece como posible verificador de los acuerdos entre Sánchez y ERC/Junts, en sustitución del mediador internacional pues no en vano puede presumir de haber removido el avispero catalán con el Estatut ofrecido a Maragall y que al ponerse en marcha fue parado por las limaduras de Alfonso Guerra y las demandas de inconstitucionalidad del PP. Entre ambas actuaciones el Estatut se dejó la parte más independentista y junto con la negativa a darles un cupo como el vasco les soliviantó y eso que Zapatero, con poco ojo de futuro, en una entrevista con el director de El Mundo, Pedro J. Ramirez, daba por adormecido en diez años al independentismo y en lugar de ese adormecimiento, lo que vivimos fueron los acontecimientos separatistas del 1ª O y de la República de los 8 segundos de Puigdemont. Con las cesiones de Sánchez volveremos a ser objeto de burla y befa del independentismo.

Abril de 2006

                                                                                                

Ahora sale diciendo que la amnistía será el bálsamo de Fierabras, que según la fantasía cervantina, todo lo cura. Tiene el mismo efecto que Sánchez achaca a los indultos, eliminar los robos de dinero público por personajes públicos, y edulcorar la secesión que inicialmente consideraba que había sido una rebelión. Cambiar continuamente de opinión, no es de sabios sino de necios: "Dixit Felipe Gonzalez". Las cesiones sanchistas no han apaciguado a la bestis y lo cierto es que en Cataluña se persigue al idioma español en las escuelas y en los trabajos se discrimina; los golpistas no se disculpan sino que siguen insistiendo en que lo volverán a hacer y que no renuncian a la unilateralidad. Si bien intentarán, previamente, que el gobierno central les riegue con medio billón de euros.

Zapatero para mejorar su defensa recurre a la amnistía de Companys en marzo del 36, olvidando una frase atribuida a Negrín, por Gori Mir en su obra “Aturar la Guerra” (”Parar la Guerra”) y compartida por Azaña:

“Aguirre [el lehendakari] no puede resistir que se hable de España. En Barcelona afectan no pronunciar siquiera su nombre. Yo no he sido nunca lo que llaman españolista ni patriotero. Pero ante estas cosas, me indigno. Y si esas gentes van a descuartizar a España, prefiero a Franco. Con él ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarían por dar la razón a Franco. Y mientras, venga a pedir dinero, y más dinero”.

El Azaña que en 1939 camina al exilio lamenta en una carta al magistrado Luis Fernández Clérigo que la guerra se ha perdido por «las felonías de los separatistas catalanes y vascos, que se aprovecharon de la guerra para ser ingratos con la República y desleales a España».

Un breve repaso a las "no" renuncias independentistas:

https://elcriticonhistorico.blogspot.com/2023/09/el-independentismo-nunca-ha-cedido.html