Estamos en pleno Vº Centenario de la primera vuelta al mundo y dentro de ella el descubrimiento de las Islas Filipinas que permitieron que durante 250 años se comerciara con China desde España, entonces la primera potencia mundial; posible mediante el denominado Galeón de Manila o Nao de la China. Empezó después de que Andrés de Urdaneta encontrara, en el verano de 1565, el denominado torna viaje para navegar desde Filipinas hasta Acapulco y desde allí atravesar Méjico para culminar el viaje navegando desde Acapulco a Sevilla. Elcano, no cogió esa ruta, desconocida entonces, para volver sino la ruta portuguesa, bordeando África. Esta ruta estaba prohibida para los españoles por el Tratado de Tordesillas, firmado en junio de 1494 vigente hasta 1777. En 1529 se firmo el tratado de Zaragoza para pulir algunos detalles y así las Molucas quedaron definitivamente para Portugal previo pago de una fuerte suma. Filipinas quedó para España aunque era dudoso de acuerdo con los tratados, pero su tenencia solo producía pérdidas al Tesoro Público.
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| Centro P4 de Wuhan. El nuevo galeón de Manila |
El Galeón de Manila llevaba desde Acapulco a las Filipinas, plata principalmente, personal administrativo y algunos componentes habituales como vino y alimentos. El retorno se hacía con sedas, mantones de Manila (realmente eran chinos), muebles lacados,.., que tras recorrer miles de km. llegaban a Sevilla a mejor precio que la seda producida en Granada y Valencia. Eso que parece incomprensible, se sigue produciendo hoy en día pues gran parte del calzado y el textil que se vende en Benidorm, proviene de China y no de Alcoy, Elda y demás entorno. Curiosamente comentar que ayer me puse una mascarilla comprada el año pasado, de fabricación china como casi todas, a un coste de 0,15€ en lugar de los 0,89 a que se venden ahora. Supongo, aunque no lo entiendo, que a 0,15€ aquí no hay empresa española capaz de producirlas y así vamos eliminando industrias nacionales y favoreciendo las chinas y cuando surge la crisis, ellos se enriquecen y aquí paro, ERTES, ruina y desabastecimiento que ha costado muchos miles de muertes. Hemos renunciado a I+D+I, además de transferir tecnología. En China sus gobernantes se ponen desde el primer minuto de parte de la producción nacional y no de intermediarios.
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| Avión descargando en Zaragoza material sanitario de China |
España tiene algo con lo que competir con todo eso: talento. Pero frecuentemente se malogra por la inoperancia o algo peor, de quienes administran el país. Es inevitable no pensar en intereses espurios y corrupción. No se pueden comprar materiales médicos por mil millones a dedo sin concurso y a través de intermediarios que se forran y encima pagar varias veces más que si se fabricase aquí. Ha sido necesaria esta brutalidad de muertes para comprar seis máquinas para fabricar mascarillas. Empresas, autonomías y particulares se lanzaron desde el primer minuto a buscar fórmulas para ayudar a hacer frente a las perentorias necesidades del sistema sanitario. Desde múltiples puntos de la geografía surgieron prototipos de todo tipo desafiando la falta de medios humanos y materiales, trabajando codo con codo con los propios sanitarios. Pero la inmensa mayoría de diseños quedó atrapado en un asfixiante cuello de botella: las homologaciones de la Entidad Nacional de Acreditación y de la Agencia Española de Medicamentos. Diseños de mascarillas, respiradores y demás material sanitario probado y aceptado por los laboratorios quedaron varados a la espera de un simple sello, cuando más falta hacían y pese a que existía en España capacidad para producirlos. Como hace 450 años, es más barato traer una mascarilla desde China que fabricarla en Zaragoza. Este párrafo está desarrollado y complementado por Ana I. Sanchez en ABC:
En esas decisiones auto destructivas de nuestro tejido industrial se enmarcan las cesiones de tecnología que muchas veces se vuelve contra el país que la transfiere. Así ha llevado que la cesión de tecnología nuclear para usos pacíficos haya terminando por transformar en potencias nucleares a potencias tan inestables como Corea del Norte o Pakistán; que no olvidemos que es un país musulmán. Menos sonora es la transferencia de tecnología bio-química que dio lugar a la fabricación de posibles armas de destrucción masivas por Sadam, que si empleó gas mostaza contra la población curda o bombas sucias con explosivo convencional junto a material radiactivo. En esa línea de transferencia de tecnología bio-química de doble uso nos encontramos con que Francia lleva años facilitando tecnología para montar el complejo de Wuhan que tanta actualidad está teniendo por las sospechas fundadas o publicitarias que pesan sobre el laboratorio de virología P4, , como posible centro «propagador» del Covid-19; actualizando el inmenso problema histórico del descontrol de las transferencias de tecnología estratégica al gobierno comunista chino. Francia lleva con esa transferencia, muy incontrolada, más de 25 años.
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| Bioseguridad 4, Wuhan |
El nivel de máxima bioseguridad es el 4 (biosafety level 4, BSL 4) en el que se incluyen patógenos que causan enfermedades serias en humanos o animales y que puede transmitirse fácilmente de un individuo a otro. Normalmente no hay tratamientos efectivos contra esta enfermedad, ni medidas preventivas. Suponen un alto riesgo, incluso mortal, a nivel individual y colectivo. Muchos causan brotes infecciosos en países tropicales en Asia, Latinoamérica y África, son enfermedades infecciosas emergentes y muy graves. En este grupo se incluyen algunos de los virus más peligrosos como el de la viruela, los que producen fiebres hemorrágicas como los Filovirus Ébola y Marburg, y otros de los grupos Arenavirus, Bunyavirus y Paramyxovirus.
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