Hoy día 1 de agosto, se cumple el 75 aniversario del levantamiento del Ejército Territorial Polaco, el Armia Krajowa, en Varsovia, duró hasta el 2 de octubre de 1944; por la negativa de Stalin a ayudar a los sublevados polacos. No solo negó sus aeródromos para el traslado de ayuda inglesa, incluida una brigada polaca, sino que cuando el Ejército Rojo llegó a las puertas de Varsovia el 16 de septiembre y solo debía cruzar el río Vístula, se detuvo hasta que la resistencia polaca fué aplastada por los alemanes. Así los polacos no podían argumentar que habían liberado su patria, sino los rusos que se quedaron en ella durante decenios. También conseguía descabezar nuevamente a la resistencia y sus cabezas dirigentes que habían sobrevivido a Kattyn. Inicialmente el levantamiento tuvo éxito pero al cabo de unos días y ante la falta de artillería, tuvieron que pasar a la defensiva. Las tropas polacas de Varsovia resistieron durante 63 días el asedio alemán, pero ante la falta de apoyo aliado, fueron superadas finalmente por las mucho mejor equipadas tropas alemanas. El final de la contienda se saldó con 250.000 civiles de Varsovia muertos, la mayoría ejecutados, y más del 85% de los edificios de la ciudad destruidos. Todo esto se revive en la película El Pianista.
Coincidiendo con el levantamiento de Varsovia,los rusos estaban a las puertas de la ciudad a primeros de septiembre y ahí se pararon y se quedaron viendo, sin hacer nada, desde el otro lado del Vístula como los alemanes acababan con la resistencia del llamado Ejercito Territorial polaco. Avanzadillas del 1º ejercito polaco, integrado en las tropas rusas que avanzaban, llegó a contactar con los defensores del ejército territorial pero al no ser apoyado por el resto de las fuerzas rusas tuvieron que retroceder.
Soldados del Armia Krajowa en Varsovia, agosto de 1944 |
Los únicos beneficiados fueron los rusos pues los alemanes retiraron tropas de su frente para acabar con la sublevación y al ser ellos los liberadores de la ciudad, arrasada y con sus dirigentes muertos, les facilitó su transformación en estado títere. La causa origen de la guerra, la garantía ofrecida a Polonia, quedó nuevamente en agua de borrajas.
El levantamiento de Varsovia fue planificado por el gobierno constitucional en el exilio de Londres, que propuso al gobierno británico reforzarlo mediante el traslado de la brigada paracaidista polaca, acantonada en Inglaterra bajo el mando del general Sosabowski. La propuesta se encontró con la negativa de los soviéticos a utilizar sus aeródromos y la brigada polaca participó a finales de septiembre en la fracasada operación Market Garden (La película Un puente Lejano y el general polaco: Gene Hackman). Sosabowski justificaba su petición en base a que su presencia en Market Garden no era decisiva y si podía serlo en la liberación de Varsovia; su petición fue ignorada por su dificultad, que no lo fue para que se sacrificaran por un puente lejano (título de la película que narra esta operación fallida) y nuevamente el egoísmo aliado llevó a los polacos a dos sacrificios inútiles, en Arnhem por su mal empleo y a la masacre de los sublevados de Varsovia.
El descabezamiento de posibles disidentes, se había comenzado cuatro años antes en Katyn, con las matanzas de 4143 oficiales entre la 1ª semana de abril y finales de mayo. Posteriormente fueron igualmente eliminados policías, funcionarios, intelectuales y resistentes hasta un total de 20.000. Estos asesinatos fueron ejecutados tanto en el bosque de Katyn, —actualmente territorio de Rusia— como en las prisiones de las ciudades de Kalinin, Járkov y otros lugares próximos. Aquí fotograma de la película del mismo nombre y debajo una de las fosas. Militares y dirigentes polacos en suma que habían sido hechos prisioneros por el ejército soviético, en su invasión de Polonia del 17 de septiembre de 1939; 16 días después de la invasión alemana. La doble invasión y reparto de Polonia estaba recogida en las clausulas secretas del Pacto firmado el 24 de agosto de 1939 entre los Ministros de exteriores de Rusia y Alemania, Molotov y Ribbentrop, en el que fijaban sus zonas de influencia. El Tratado fue un error que se volvió contra Rusia pues en 1939 Alemania era menos fuerte que en 1941 cuando inicia la operación Barbarroja (la invasión de Rusia). Stalin pensaba con este tratado, garantizarse unos años de tranquilidad para reorganizar su ejercito, que había visto desaparecer, por las purgas internas, al 66 % de sus mariscales, jefes de cuerpos de ejercito y generales de división y brigada. Francia e Inglaterra le declararon la guerra a Alemania por invadir Polonia y a Rusia se lo consintieron; vaya democracias y su doble vara de medir. Ídem con Kattyn
La historia de amor-odio, más de esto último, entre polacos y rusos es rica en enfrentamientos; llevando la peor parte los primeros, con la excepción de la guerra de 1920/23 que confirmó la independencia, como nación, polaca. En 1772, Rusia, Austria, y Prusia, llegaron a un acuerdo informal para anexionarse diversas porciones del territorio polaco. Así desaparecía Polonia como nación y el colchón entre rusos, austríacos y prusianos. Esta situación intentó paliarse 120 años más tarde cuando tras la Iª G.M. las potencias vencedoras facilitaron la creación de naciones con sentimiento de estado, idioma y territorio. Servían también para aislarse de la Rusia bolchevique. La Rusia bolchevique intentó volver a la situación anterior y se inició la guerra polaco-soviética, con enfrentamientos de tanteo a finales de febrero de 1919, hace 100 años, que fueron incrementándose durante 1920, hasta que terminó con la sorprendente victoria polaca, aunque no decisiva, el 18 de marzo de 1921; con la firma del Tratado de Riga; favorable a Polonia (ayudada por Francia) que recuperó territorio del este, incluso de habla rusa. Semilla que sirvió como escusa para la invasión rusa del 15 de septiembre de 1939. Durante 18 años funcionó el tratado de paz pero en abril/mayo Stalin rompió los referidos tratados y el 17 de septiembre atacó a traición a una Polonia en situación de derrota por la invasión alemana.
La historia de amor-odio, más de esto último, entre polacos y rusos es rica en enfrentamientos; llevando la peor parte los primeros, con la excepción de la guerra de 1920/23 que confirmó la independencia, como nación, polaca. En 1772, Rusia, Austria, y Prusia, llegaron a un acuerdo informal para anexionarse diversas porciones del territorio polaco. Así desaparecía Polonia como nación y el colchón entre rusos, austríacos y prusianos. Esta situación intentó paliarse 120 años más tarde cuando tras la Iª G.M. las potencias vencedoras facilitaron la creación de naciones con sentimiento de estado, idioma y territorio. Servían también para aislarse de la Rusia bolchevique. La Rusia bolchevique intentó volver a la situación anterior y se inició la guerra polaco-soviética, con enfrentamientos de tanteo a finales de febrero de 1919, hace 100 años, que fueron incrementándose durante 1920, hasta que terminó con la sorprendente victoria polaca, aunque no decisiva, el 18 de marzo de 1921; con la firma del Tratado de Riga; favorable a Polonia (ayudada por Francia) que recuperó territorio del este, incluso de habla rusa. Semilla que sirvió como escusa para la invasión rusa del 15 de septiembre de 1939. Durante 18 años funcionó el tratado de paz pero en abril/mayo Stalin rompió los referidos tratados y el 17 de septiembre atacó a traición a una Polonia en situación de derrota por la invasión alemana.